Vídeos verticales para empresas
Vídeos verticales para empresas
– UN FORMATO IMPERANTE ADAPTADO A LAS REDES SOCIALES –
"La nueva forma de hacer videomarketing para empresas en las redes sociales y dispositivos móviles"
Internet y las Redes Sociales han revolucionado en muy pocos años el panorama tanto social como profesional en una infinidad de aspectos. Algunos de estos cambios son más evidentes y otros pasan más desapercibidos para el público general. Hoy vengo a hablar de los videos verticales para empresas, un formato audiovisual muy interesante y de creciente demanda por parte de las marcas y negocios que desean contactar con sus clientes potenciales a través de las redes sociales y los dispositivos móviles.
LOS FORMATOS DE VÍDEOS VERTICALES
Para ponernos un poco en situación, aunque más adelante entraremos con más profundidad, lo que ha ocurrido es que las resoluciones horizontales de video como las clásicas 1280×720, 1920×1090 o incluso el 4k, se han adaptado a formatos verticales. Ahora muchas plataformas ofrecen la posibilidad de «subir» vídeos verticales sin que nos queden esos espacios negros a ambos lados de la imagen. Sin ir más lejos tenemos como ejemplo el nuevo formato de YouTube Videos Verticales, la apuesta de la compañía para terminar de estandarizar este tipo de vídeo y que ofrece una función adaptativa a su reproductor a todos aquellos usuarios que suben sus videos directamente desde el móvil. Este hecho, que podría pasar como algo anecdótico, tiene unas implicaciones muy importantes; el vídeo da un giro al mercado con el formato vertical como hasta hace unos años era impensable.
Es muy frecuente encontrar vídeos cuya resolución ha pasado del ya mencionado 1080(altura)x1920(base) a 1920(altura) x1080(base). Correcto; lo único que ha pasado es que hemos empezado a grabar en vertical, consecuencia del uso que hacemos de los móviles. La cámara sigue siendo la misma, pero no su disposición. A nivel creativo supone un cambio muy importante. Programas de edición de video profesional como Final Cut Pro X, en sus últimas actualizaciones, han incorporado plantillas de trabajo diseñadas específicamente para esta cuestión, lo cual no deja de ser una señal inequívoca su importancia actual. A nivel técnico, los profesionales de las audiovisuales, debemos incorporar toda esta realidad a nuestros flujos de trabajo. Aunque no es una tarea difícil, sí que requiere tener en cuenta aspectos técnicos y creativos fundamentales.
UN POCO DE CONTEXTO SOBRE LA EVOLUCIÓN DEL VIDEO
– MÁS DE 120 AÑOS DE EVOLUCIÓN –
Los formatos audiovisuales han evolucionado de manera ininterrumpida, a mayor o menor velocidad, desde el origen de las cámaras de video hace ya más de un siglo. Durante todos estos años hemos tenido una gran variedad de formatos en lo que a la proporción de la imagen se refiere. ¿Quién no recuerda el clásico 4:3, un formato prácticamente cuadrado y que, durante décadas, ha sido el estándar televisivo por excelencia? El aspecto, la proporción de la imagen respecto a su altura por su anchura en píxeles, es un elemento tan importante dentro del lenguaje audiovisual que incluso se asocia a determinados tipos de contenido de manera automática.
Hasta hace poco, si nos encontrábamos ante un producto audiovisual con un aspecto muy apaisado, lo que conocemos popularmente como “panorámico”, de manera natural lo asociábamos con productos cinematográficos. Si por el contrario veíamos un video cuyo formato era evidentemente más “cuadrado”, inmediatamente lo asociábamos a contenidos más propios de la televisión, con productos más domésticos. Con la evolución de las pantallas de televisión y los monitores de ordenadores, que son los principales medios a través de los cuales consumimos videos, este «lenguaje» ha ido cambiando nuestra forma de entender y relacionarnos con los videos.
Independientemente del tipo de contenido que estuviésemos consumiendo, las variantes respecto al “aspecto” del cuadro de imagen eran relativamente pocas y tenían en común que todas eran más anchas que largas. Es decir, la base de la imagen era, como mínimo, más larga que la altura. Los píxeles de la parte inferior de la imagen son superiores a los que hay en altura. Entre los aspectos más habituales destacamos el 4:3, el 16.9, el 2.35… y un largo etc dependiendo de muchos factores que pueden determinar esa proporción de píxeles de base por altura. Que un autor escoja una u otra opción atiende a criterios tanto de técnicos y de difusión como creativos.
ENTONCES ¿QUÉ FORMATO DE VÍDEO ES EL MEJOR?
De entre todos los formatos que hemos mencionado, personalmente, como amante del cine que soy, me encantan aquellos que son muy panorámicos. Siempre que el proyecto me da la oportunidad suelo utilizar el 2:35. Creo que confiere a la imagen una dimensión fotográfica muy elegante y atractiva, pero… ¿Hay uno mejor que otro? Pues este humilde editor te diría que no, que por supuesto que no. ¿Qué quieres transmitir? ¿A quién va dirigido tu producto? ¿Dónde se va difundir? Estas sencillas preguntas podrían ayudarte a determinar cuál es la mejor forma de abordar un proyecto audiovisual en lo que a su disposición se refiere. Merece la pena estudiar a la audiencia y trazar una estrategia que ayude a crear el impacto adecuado.
Pongamos por caso que una marca nos contacta para realizar un video de alguno de sus productos. El departamento de marketing ha detectado que su público objetivo se encuentra en Instagram y que suele acceder desde el dispositivo móvil. Para este proyecto tiene sentido que adaptemos técnica y creativamente el formato del video al canal de difusión. Puede parecer un caso muy concreto, pero os sorprendería lo habitual que es esto hoy en día. Sin embargo, si esa misma marca decide difundir el video en otro tipo de plataforma, por ejemplo televisión, pues no tendría ningún sentido abordar este proyecto de manera vertical. Cada caso hay que analizarlo en su contexto, como resulta obvio con estos ejemplos sencillos.
¿CÓMO HACER VÍDEOS VERTICALES PARA MEJORAR ESTRATEGIAS DE MARKETING DIGITAL EN UN NEGOCIO?
Ya hemos hablado brevemente del contexto que ha producido esta evolución en los formatos. Ahora vamos a tratar algunos aspectos técnicos muy sencillos para ver cómo abordar este fenómeno audiovisual a la hora de trabajar. En realidad, realizar videos verticales es bastante fácil. Cuando estamos operando con un dispositivo móvil, de manera natural, empezamos a grabar en formato vertical. Siempre podemos girar el móvil y ponerlo en horizontal, pero lo cierto es que de manera automática lo hacemos en vertical. Con las cámaras de fotografía y de video ocurre lo contrario. De manera habitual trabajos y las operamos en horizontal, con lo que, para obtener videos verticales, tenemos dos opciones; podemos grabar en horizontal y luego editar el video en postproducción o podemos «girar» la cámara y ponerla en vertical. Ambas opciones nos brindarán un video vertical, pero con distintas características.
Suponiendo que queremos hacer un trabajo un poco más «serio» y que vamos a utilizar una cámara de video o de fotografía, hay unas cuantas cosas a tener en cuenta a la hora de operar. Este tipo de equipos no suele estar diseñado para operar en vertical, con lo que su manejo suele verse entorpecido cuando los ponemos en esta posición. El acceso a sus distintos controles se complica un poco porque no es su objetivo original, pero es cuestión de adaptarse un poco y conocer bien el equipo. Si además vamos a trabajar con trípode, cosa bastante habitual y recomendable en estos casos, tenemos que asegurarnos de que la rótula del mismo pueda ponerse en esta posición.
No todos los trípodes pueden hacerlo, especialmente los de video. Para trabajar de esta manera sería más recomendable utilizar un trípode de fotografía, que da más opciones al respecto. Otra cosa importante que debemos tener en cuenta es que, si grabamos en horizontal para luego, en postproducción, «girar» la imagen y obtener un formato vertical, estaremos perdiendo mucha información porque tendremos que «recortar» un buen trozo de imagen para darle el formato deseado. Si por ejemplo grabamos en Full HD (1920 ancho 1080 alto), y queremos un video vertical, obtendremos, aproximadamente, un video con una resolución aprovechable de 1080 alto x 608 ancho. Se pierde mucha información. Además, mientras grabamos, deberemos tener en cuenta la composición de la imagen para que las acciones no queden fuera del centro del cuadro. Esto se puede hacer poniendo unas marcas en la pantalla para tener una orientación aproximada.
Por otro lado, si grabamos con la cámara en vertical, la resolución que obtengamos del video será la que podamos utilizar luego. Es decir, si grabamos en Full HD (1920×1080) tendremos un cuadro de imagen aprovechable de 1920×1080 porque no habrá que recortar nada. Eso sí, obviamente el video habrá que voltearlo 90º para disponerlo en posición vertical. Esta es una operación básica que cualquier programa de edición de video puede hacer. Dependiendo del software de edición es posible que tengamos que especificar las propiedades de la composición, de la línea de tiempo, secuencia o de la pista; cada uno le llama de una manera.
En la imagen anterior podéis ver un ejemplo de lo que hemos explicado anteriormente. En la imagen de la izquierda aparece el resultado de grabar con una cámara en formato vertical. Todo el ancho y alto de la imagen se aprovecha, no se pierde información, pero deberemos «girarla» en nuestro programa de edición para que esté en vertical. En el ejemplo de la derecha se muestra lo que ocurre cuando grabamos con la cámara en horizontal para luego sacar un video en vertical. Toda la zona «roja», que es el cuadro original, se pierde, y solo podemos aprovechar la zona verde del cuadro, con lo que mucha información se queda fuera de la zona útil. El formato final puede variar dependiendo de la proporción de la imagen. En estos casos la proporción es 16:9 (o 9:16).
¿POR QUÉ LAS EMPRESAS SOLICITAN VÍDEOS VERTICALES?
Ya hemos visto hasta este punto cómo surge esta nueva tendencia y cómo llevarla a cabo de manera sencilla, así como algunas breves consideraciones a la hora de grabar. Pero… ¿Tiene todo esto alguna ventaja comercial? ¿Podemos aprovechar esto de alguna manera para nuestro negocio? Resulta que sí. Ya se ha mencionado brevemente que, hoy en día, el casi todas las interacciones que las empresas tienen con sus clientes potenciales tienen lugar a través de dispositivos móviles, que es donde el video vertical tiene su razón de ser. A pesar de esta abrumadora evidencia, todavía hay muy pocas empresas que aprovechen artística y creativamente esta circunstancia para desmarcarse y causar un fuerte impacto en la audiencia.
En Piramidal Studio creemos que este formato ha llegado para quedarse y recomendamos a las empresas que den una oportunidad real a este tipo de comunicación, que realicen un estudio concienzudo de quién es su público objetivo y cómo se producen las interacciones. ¿Desde dónde me buscan? ¿Qué tipo de producto ofrezco? ¿Cuál quiero que sea el tono de mi comunicación? Estas son solo algunas de las preguntas que debería hacer el anunciante para saber si el formato vertical es adecuado para mi estrategia. Por supuesto cada caso es distinto, y no siempre será necesario apostar por el formato vertical, pero puede ser una buena forma de llamar la atención y conseguir un fuerte empujón para los negocios.
Si necesitas más información acerca de cualquiera de nuestros servicios de vídeo o necesitas un presupuesto para tu proyecto, no dudes en ponerte en contacto con nosotros a través de cualquiera de los formularios de contacto. Para poder ofrecer un presupuesto inicial te recomendamos que adjuntes toda la información posible sobre el proyecto y sus características.